Los zafus de meditación son preciosos, más aún que en las fotos. La sensación de calidad y comodidad (elegimos el relleno de cáscara de espelta) también, aunque como somos principiantes no podemos comparar con otros con respecto a su idoneidad para la práctica de la meditación. Los bloques de corcho, lo mismo, una relación muy buena entre calidad, peso y tamaño, se ven muy robustos. La bolsa para llevar todo el material, de nuevo guapísima y muy práctica, enorme, cabe todo. Y, por si fuera poco, la doble satisfacción, en este mundo donde todo parece tener que ser chino, de volver a los orígenes y las cosas bien hechas, aunque sea un poco más caro, comprando algo artesanal y hecho en España. Realmente no se puede pedir más. Cuando necesitemos más cosas repetiremos en Zafuki, sin duda.